jueves, 22 de marzo de 2018

¿No duermes, osito?

Análisis de un cuento infantil.

“¿No duermes, osito?” Es el libro que he escogido para realizar mi primera actividad. Éste me llamó mucho la atención por su corto título en forma de pregunta, las tonalidades pastel de la portada y las grandes ilustraciones que aparecen en ella. Fue el primero que vi y, a pesar de que eché un vistazo a muchos otros, al final supe que era el libro con el que quería realizar este análisis, ya que creo que puede ser interesante y además me hacía recordar aquellas noches cuando era pequeña y no conseguía dormir.

El autor de este libro es un escritor de cuentos infantiles llamado Martin Waddell. Nació en Belfast (Irlanda) en 1941 y es reconocido por su creación de animales antropomórficos, sobre todo el famoso Pequeño Oso. En ocasiones adapta el pseudónimo de Catherine Sefton para escribir historias de fantasmas y misterio, más dirigidas a preadolescentes. Sus libros más famosos son “En un vestido de terciopelo azul” y “Crías de búho”. En 2004 recibió el Premio Hans Christian Andersen, considerado el más alto galardón en la literatura infantil y juvenil.

Para que os hagáis una idea, os dejo un breve resumen del libro: Oso Grande y Oso Pequeño han estado jugando durante todo el día. Sin embargo, al caer la noche deben volver a su cueva de los osos para irse a descansar. Cuando llega el momento, Oso Pequeño comienza a sentir mucho miedo a la oscuridad, hasta tal punto que es incapaz de dormir. Por este motivo, Oso grande le trae varias lámparas con el objetivo de acabar con tanta oscuridad, aunque ninguna de estas es capaz de hacer desaparecer su miedo. Pero tiene otra idea…

FICHA BIBIOGRÁFICA

Título: ¿No duermes, osito?
Autor:  Martin Waddell
Traducido por: Esther Roehirch - Rubio
Ilustrador: Barbara Firth
Editorial: KóKINOS
Fecha 1ª edición: 1994
Curso en el que me baso para realizar este análisis: 4-5 años.





En cuanto al formato del libro, creo que es bastante cómodo de manejar ya que su tamaño no es especialmente grande y su peso es ligero, por lo que los niños de 4-5 años no tendrían problema si quisieran cogerlo. Además, el libro parece tener bastante tiempo, de manera que las esquinas se encuentran bastantes desgastadas y no suponen ningún peligro.  A pesar de que no aparezcan colores vivos en la portada, las tonalidades pastel con las que están coloreadas las grandes ilustraciones pueden llamar la atención de los receptores de esta edad, despertando su curiosidad por conocer más sobre el libro.
Las imágenes que aparecen a lo largo de toda la historia son realistas (ya que los osos están dibujados tal y como son en la realidad) y reflejan con claridad qué está ocurriendo en cada momento de la historia.
La tipografía utilizada no es la que suele enseñarse en las escuelas. Sin embargo, es bastante legible para los niños de 4-5 años debido a los espacios en el interlineado y al gran tamaño de su letra (alrededor de los 20 pts.)

Dentro del contenido, podemos destacar la temática principal del libro: “La perseverancia de Oso Grande en hacer todo lo posible para que Oso Pequeño deje de tener miedo”.  Es esta constancia la que le lleva a pensar en tres distintas soluciones (una por cada lámpara) antes de dar con la solución final que será capaz de resolver el problema.
También podemos distinguir distintos temas secundarios como: “La dificultad para dormir debido al miedo a la oscuridad” (ya que se realizan varios intentos antes de conseguirlo) y “La importancia de que los niños se sientan protegidos” (puesto que Oso Grande le hace ver a Oso Pequeño que hará lo posible con el fin de que se sienta seguro y tranquilo).

Los temas se ajustan a las necesidades e intereses de los niños de 4-5 años ya que, en estas edades son muy frecuentes los trastornos nocturnos por el miedo a la oscuridad.
Según la Guía Infantil, el miedo es una reacción de protección del organismo para huir de las situaciones que se entienden como peligrosas. Uno de los miedos más vividos y sufridos por los niños, principalmente entre los 3 y 8 años de edad, es el temor a la oscuridad. Este miedo puede surgir tras haber escuchado algún cuento, visto una película u hojeado algún libro. También puede aparecer de a causa de cualquier experiencia vivida o a la simple imaginación. Sin embargo, ¿por qué aparece a partir de los 3 años y no antes? Esto es debido a que a partir de esta edad sus miedos son más complejos, ya que sus habilidades cognitivas están más desarrolladas y pueden anticipar situaciones potencialmente peligrosas con mayor facilidad, sintiendo miedo ante circunstancias que siendo más pequeños no podían entender. Por este motivo, considero que los niños entre 4-5 años pueden comprender e identificarse perfectamente con Oso Pequeño, involucrándose en la historia y despertando el interés por conocer el final del cuento.

Este reconocimiento también puede suceder en cada uno de los momentos en el que Oso Grande se preocupa por el problema de Oso Pequeño, ya que los padres normalmente no menosprecian este problema y tratan de hablar con sus hijos al respecto para buscar una solución que le ponga fin. Una de los remedios más comunes son las lámparas de luz tenue para que el niño no duerma en completa oscuridad.

El cuento sigue una estructura lineal o cronológica, que cuenta con un planteamiento, un nudo o desarrollo y un desenlace. Este tipo de estructura es la más frecuente en estas edades puesto que el orden del discurso sigue el mismo orden en el que ocurren los acontecimientos, pudiendo ordenarlos claramente:

Ø Planteamiento: Se presenta a los dos y únicos personajes que aparecen en la historia: Oso Grande y Oso Pequeño. Ambos han estado jugando durante todo el día. Sin embargo, al caer la noche, deben regresar a su cueva para irse a dormir.

Ø  Desarrollo o nudo: Se plantea el problema. Oso Pequeño es incapaz de dormir ya que siente temor a la oscuridad. Es por esta razón que Oso Grande le trae cada vez una lámpara más grande con el fin de iluminar el espacio y conseguir que Oso Pequeño pueda dormir tranquilo.

Sin embargo, ninguno de los tres intentos logra que Oso Pequeño se duerma.

Ø  Desenlace: Se consigue resolver el problema. Oso Grande encuentra la solución que permite que Oso Pequeño deje de tener miedo. Le “trae” la mayor lámpara que puede existir: la luna y todas las estrellas del cielo. Éstas son capaces de iluminar la oscuridad de la noche y hacen que Oso Pequeño se sienta seguro y al final se quede dormido.

En la historia aparecen dos únicos personajes: Oso Grande y Oso Pequeño, siendo el gran protagonista este último. Ello se debe a que, a pesar de que en este caso el personaje principal sea un animal, el pensamiento animista permite a los niños imaginar a los animales como personas, consiguiendo que los niños se sientan identificados con el personaje y sean capaces de entender qué es lo que le sucede, cómo piensa, cómo habla, cómo se comporta, etc.
Oso Pequeño, al igual que los niños entre 4-5 años, siente miedo a la oscuridad y por ello acude a un ser querido (en este caso Oso Grande) porque necesita sentir el apoyo y la seguridad por parte de éste, tal y como les sucede a los niños de estas edades cuando tienen algún problema.

El otro personaje de la historia es Oso Grande. A pesar de no ser el protagonista, tiene una función muy importante dentro de la historia, ya que es el que da la solución al problema que se plantea y es además el personaje en el que se apoya Oso Pequeño. Creo que es un personaje que está muy bien planteado puesto que los niños entre 4-5 años pueden reconocer el papel que está representando.  En este caso seguramente sería el rol del padre, aunque el niño también podría identificarlo con su abuelo o con su tío en función de las circunstancias que tenga cada uno.

En la historia aparecen diferentes valores y contravalores. Como valores principales encontramos el fuerte apego y el cariño que ambos personajes sienten el uno por el otro. Los niños de estas edades son capaces de reconocer con claridad cada uno de estos valores ya que el apego es un vínculo que se crea desde el momento en el que nacen. Éstos utilizan a los adultos como fuentes de bienestar y seguridad por lo que es muy importante que las personas que pasan mucho tiempo con ellos sean capaces de satisfacer sus necesidades.
Otro de los valores que aparecen en el cuento es la atención que Oso Grande le presta a Oso Pequeño. Es fundamental que los adultos sepan actuar cuando los niños presentan algún problema. Si las personas que viven cerca de los niños de esta edad saben escuchar cuando lo necesitan, podrán identificar este valor dentro de la historia.

Como contravalor podemos resaltar el miedo excesivo que padece Oso Pequeño. Los niños de esta edad pueden comprender y deben saber que tener miedo hasta cierto punto no es malo, es una emoción característica de los seres humanos que nos permite estar alerta. Sin embargo, no se puede permitir que el miedo sea quien dirija la vida de las personas, hasta tal punto de no lograr dormir debido a éste (tal y como se relata en la historia).

En cuanto al lenguaje y el uso de la lengua, el texto original se encuentra en inglés, por lo que el cuento es una traducción al español. Es un texto adecuado para los niños de 4-5 años ya que aparecen cortos diálogos entre los personajes, repeticiones que permiten que los niños participen activamente en el texto, y frases y palabras sonoras.  Sin embargo, en algunas ocasiones creo que aparecen demasiadas frases subordinadas (“Oso Grande se acomodó en su gran sillón de oso y se dispuso a leer su cuento de osos a la luz del fuego”). Con respecto al vocabulario, éste es sencillo ya que los objetos que se narran son conocidos para ellos (lámpara, sillón, luna, estrellas, cama, etc.) Además, el planteamiento de las acciones es sencillo y puede seguirse además con las ilustraciones de cada una de las páginas.

Se ven reflejadas distintas figuras literarias. Entre ellas podemos destacar:

-       Epíteto. Es el adjetivo que se emplea para atribuirle cualidades al sustantivo que acompaña: “Luna plateada”.

-       Repetición. Consiste en repetir un sonido, una palabra o una oración con el objetivo de enfatizar una expresión o una idea. Durante la historia, en varias ocasiones se repite la siguiente estructura:

“Tengo miedo”, dijo Oso Pequeño.
“¿Por qué tienes miedo osito?”, dijo Oso Grande.
“Está oscuro y no me gusta”, dijo Oso Pequeño.
“¿Dónde está oscuro?”, preguntó Oso Grande.
“Todo a nuestro alrededor”, respondió Oso Pequeño.

-       Hipérbole o exageración. Consiste en aumentar, disminuir o hacer notar una o varias características de algo sobre lo que se escribe de forma exagerada:
“Te he traído la lámpara más grande de todas.”

Todas estas figuras retóricas son muy beneficiosas para los receptores de esta edad debido a que contribuyen a fomentar la creatividad, la imaginación y la comprensión, estimulan su memoria auditiva y rítmica, potencian el aprendizaje artístico a través de la musicalidad y promueven el gusto por la lectura. Esto además favorece la formación del hábito de la lectura desde edades muy tempranas.

A modo de conclusión y, tras el análisis de este cuento, sigo pensando que puede ser adecuado en un aula de 2º de infantil ya que se ajusta a sus necesidades e intereses. Sin embargo, considero que sería más útil para los niños entre 5-6 años, ya que es un poco extenso y por lo tanto implica mantener la atención de éstos durante más tiempo. Además, es un libro que puede utilizarse para comenzar a leer debido al tamaño de su letra y al interlineado que existe entre unas frases y otras.
Es un libro que puede dar lugar a que los niños se expresen con mayor facilidad sus miedos, lo que puede ser de gran ayuda, en especial si a alguno de ellos tiene el mismo problema que tenía Oso Pequeño.

Sin embargo, de todos los cuentos infantiles que he leído a lo largo de estos años, éste no es uno de mis favoritos. Pienso que hay libros mucho mejores en cuanto al argumento de la historia y que pueden resultar más interesantes para los niños. Asimismo, creo que se repiten demasiado los nombres de Oso Grande y Oso Pequeño, resultando un tanto “molesto” cuando se está leyendo el cuento.

Bibliografía:
























        




miércoles, 14 de marzo de 2018

¡Vivir en los pronombres!

!Hola! Bienvenidos a mi blog.
En mi primera entrada quería compartir con vosotros un poesía de Pedro Salinas. Pertenece a un libro que escribió llamado "La voz a ti debida" y es, sin duda, una de mis favoritas. Espero que les guste. ¡Nos vemos pronto!

 

PARA VIVIR NO QUIERO

Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».

autógrafo
Pedro Salinas