martes, 8 de mayo de 2018

La hora del cuento


ACTIVIDAD 3.  LA HORA DEL CUENTO
  
Para esta tercera actividad, la estrategia que he decidido utilizar es la narración con libro. Ésta es sin duda la que más me gusta ya que concede al receptor la posibilidad de seguir la historia con facilidad gracias a las ilustraciones, favorece la interactuación (mediante la cual les introducimos en la historia) y permite que la persona que realiza dicha estrategia pueda adaptar la narración según la edad de cada grupo de niños.

El cuento que escogí tiene como título “Vamos a cazar un oso”. El autor se llama Michael Rosen y la ilustradora Helen Oxenbury. Éste me llamó mucho la atención la primera vez que lo escuché en un aula de infantil, ya que pude apreciar el gran interés que conseguía despertar en los niños.

 
La edad que decidí para esta actividad es 2-3 años. Esto se debe a que considero que a partir de este intervalo los niños son capaces de seguir dicha historia e introducirse en ésta sin ningún tipo de dificultad, permitiendo que puedan disfrutar y participar activamente en algunas ocasiones durante el relato. Además, el libro cuenta con unas llamativas ilustraciones de gran calidad que son lo suficientemente grandes para que puedan verlas todos los niños.


Para la preparación del taller que llevamos a cabo, tuve que realizar un aprendizaje previo que me permitiera conocer la historia y pensar en cuál sería la mejor manera de interactuación con los receptores. Después de reflexionar al respecto y de ensayar en casa cómo elaborar esta actividad, supe qué habilidades y tácticas utilizaría durante la hora del taller:

En primer lugar, comencé diciendo cuál era el título del libro y les comenté a qué edad iba a ir dirigido. Después de esto, procedí a contar el cuento, realizando pausas en las preguntas que se plantean para que los receptores pudieran interactuar cómodamente durante la historia.

La pregunta que más se repite es “¿Quién le teme al oso?” a la que la gran mayoría responde “¡Nadie!”, siguiendo con mi respuesta “Aquí no hay ningún miedoso”. Con esto, se consigue una constante musicalidad durante la historia que resulta muy atractiva para los receptores. Además, en cada una de las hojas del libro, aparecen constantes rimas con la palabra “oso” (por ejemplo: oso peludo y monstruoso).

 Otra de las formas que utilicé para captar su atención fue que repitieran conmigo los sonidos que aparecen durante el relato, a la vez que gesticulaba para que pareciera aún más real. Por ejemplo:

·      Debemos atravesar un campo: Suish, suash, suish, suash.
·      Debemos atravesar un río: Glop, glup, glop, glup.
·      Debemos a travesar el barro: Plochi, ploch, plochi, ploch.


También, quise realizarles varias preguntas en un momento de la historia, justo cuando los personajes están a punto de entrar en la cueva. De esta forma, añadí intriga a lo que iba a ocurrir a continuación. Estas fueron las cuestiones:

-       ¿Qué pensáis que habrá dentro de la cueva?
-       ¿Vosotros os atreveríais a entrar en ella?

Por último, al final de la historia, quise relatar con rapidez lo que sucede, ya que es un momento en el que los personajes huyen del oso. Con esto, conseguí emocionarlos y hacerles sentir algo de nervios por conocer cómo se desencadenarían los hechos del cuento.

Cuando finalicé el relato, quise realizarles unas últimas preguntas para poder averiguar qué pensaban sobre el cuento y qué les había parecido la historia:

-       ¿Os ha gustado?
-       ¿Qué haríais vosotros si os encontrarais a un oso?
-       ¿Qué es lo que os da miedo a vosotros?



Críticas constructivas que recibí durante el taller.

Alba: “Me ha gustado mucho la entonación que has puesto, las onomatopeyas que has utilizado, dar rapidez a la parte final para dar mayor sensación y las preguntas son acertadas ya que así también puedes conocer un poco más sus emociones.”

Aldara: “A mí también me ha gustado la pregunta sobre cuáles son sus miedos porque así les haces partícipes y ellos pueden exponer sus ideas, lo que piensan, etc.

La entonación está bien. Quizás la parte final que es un poco más liosa tratar de que la puedan comprender correctamente.”

Noelia: “Para mí ha estado perfecto, porque la entonación ha sido muy buena, ha estado entretenido y has sabido seguir la historia. También en el final que es la parte rápida con más emoción de toda la historia me ha gustado que añadieras los movimientos con los pies porque permitía introducirte más en la historia.

Irene: “A mí también me ha parecido perfecto. Creo que la entonación, las pausas, las preguntas del final están genial. Lo único que me gustaría decir es que podrías preguntarles cómo harían ellos para atravesar cada uno de los espacios que aparecen en el relato.

Cristina Ochoa: “Yo no cambiaría nada. Lo has hecho muy bien, con el ritmo para lograr que sea como una cancioncilla, con las onomatopeyas, etc. Ha estado genial, la verdad.”

Juleysi: “Me parece un cuento muy bien adaptado para la edad con las onomatopeyas y el ritmo, el cual le gusta bastante a los niños. También me gusta cómo has entonado, por lo tanto, muy bien en general.”


¿Cómo me he sentido durante la realización de esta estrategia?

En un principio, pensé que me iba a dar algo de vergüenza tener que contar un cuento delante de mis compañeros. Sin embargo, desde la primera vez que comencé a relatar la historia me fui soltando cada vez un poco más. Creo que esto se debe a que me metí de lleno en el papel y mi principal objetivo fue captar la atención del receptor en todo momento, para que no hubiera oportunidad de que se desviara de la historia.

Creo sinceramente que se me da bastante bien ya que disfruto mucho haciéndolo y consigo que el público disfrute también conmigo, creando un momento especial dentro de la literatura en el que nos sentimos como si volviéramos a ser niños.


Conclusión final

El objetivo principal que he perseguido en esta estrategia es la interactuación, ya que pienso que es fundamental dentro de ésta. He tratado de recrear la historia a través de las ilustraciones que iban apareciendo en cada página, asegurándome que los receptores se fijaban en los detalles y en los gestos y movimientos que realizaba.

Es, sin duda, la actividad que más me ha gustado realizar y en la que más me he sentido como si realmente estuviera en un aula de Educación Infantil, desarrollando mi profesión y tratando de mejorar las técnicas que se utilizan para la narración con cuento.

No obstante, también quiero hacer referencia a las otras dos estrategias puesto que considero que todas deben tener cabida dentro de la literatura, ya que cada una de ellas nos aporta cosas distintas. Por ejemplo, el cuentacuentos nos da la oportunidad de imaginar la historia de forma completa, potenciando así nuestra creatividad, mientras que la lectura supone otra manera de introducir a los niños en la historia en la que se ha de tener en cuenta la entonación, el ritmo, la expresividad, las pausas, etc.


Bibliografía:

Rosen, M. (1989). Vamos a cazar un oso. Ekaré.












3 comentarios:

  1. El comentario que has hecho me parece muy bueno, esta todo muy bien analizado. Me gustó mucho como narraste el cuento, la entonación , la energía, el énfasis todo, la única pega que te hubiera puesto, es lo que te dije, me parece que el cuento es mucho mejor para una lectura que para una narración. Las preguntas en las que has pensado están muy bien y estoy de acuerdo con la edad a la que diriges el cuento.
    Del comentario, como ya he dicho, me gusta mucho el analisis que has hecho, pero lo que mas me ha gustado es que hayas puesto literalmente las recomendaciones de los compañeros.

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